El Gobierno del Reino Unido ha dado a conocer hoy su estrategia para potenciar la investigación y desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) de una manera ‘responsable’. Este plan contempla una inversión de más de 100 millones de libras ($125 millones) dirigidos a fortalecer la regulación de la IA y fomentar la innovación.
Apoyo a la regulación e innovación en IA
El Departamento de Ciencia, Innovación y Tecnología (DSIT), encargado de dar a conocer la estrategia, señala que va a destinar 10 millones de libras ($12.5 millones) a proporcionar a los reguladores herramientas y conocimientos para supervisar el sector de la IA. Estos fondos se utilizarán para desarrollar herramientas de investigación y prácticas que permitan analizar y abordar los riesgos y oportunidades en sus respectivos sectores.
Inversión en los centros de investigación de IA
Además de la inversión mencionada anteriormente, el DSIT ha anunciado una aportación considerablemente mayor, de 90 millones de libras ($113 millones), que será destinada a establecer nueve centros de investigación en todo el país. La idea es potenciar la innovación de la IA en sectores como la sanidad, las matemáticas y la química.
Aumento de la fuerza de trabajo relacionada con la IA
Si bien el DSIT no ha proporcionado detalles sobre cuánto personal adicional se podrá contratar con los fondos adicionales, se espera un aumento en la fuerza laboral directamente relacionada con la IA. Esta financiación permitirá a los reguladores desarrollar su propia tecnología y aplicar las normas actuales en el campo de la Inteligencia Artificial.
No se esperan nuevas regulaciones para la IA
A pesar de la inversión y los esfuerzos por supervisar el sector, el Gobierno británico ha dejado claro que no pretende introducir nuevas regulaciones para la IA por ahora. Según recalca el DSIT, el Gobierno prefirió adoptar un enfoque basado en el contexto que permita a los reguladores actuales abordar los riesgos de la IA de forma específica.
Los planes de futuro para la IA
Esta postura no resulta sorprendente si se tiene en cuenta que el actual Gobierno británico probablemente será reemplazado tras las elecciones que se celebrarán este año. En cambio, los países miembros de la Unión Europea ya han comenzado a implementar su ley de IA, que probablmente entrará en vigor a finales de este año.
Ante este panorama, el Reino Unido ha optado por una estrategia distinta a la de sus vecinos europeos. En lugar de crear regulaciones específicas, el Gobierno británico ha preferido mantener un enfoque adaptativo y flexible, lo que podría ser más atractivo para los desarrolladores de IA.
Es evidente que el primer ministro británico, Rishi Sunak, considera que la mejor opción es no introducir nuevas normas en este momento. Sin embargo, su Gobierno parece decidido a impulsar la «innovación responsable» en el campo de la IA mediante el uso estratégico de los fondos públicos.
Según Michelle Donelan, secretaria de estado de Ciencia, Innovación y Tecnología, el objetivo de la inversión es permitir al Reino Unido liderar la seguridad y el desarrollo de la IA y aprovechar su transformador potencial para mejorar los servicios públicos y la economía.
